CALCIFILAXIS DISTAL SIN HIPERPARATIROIDISMO
DISTAL CALCIPHYLAXIS WITHOUT HYPERPARATHYROIDISM
Hugo Milione,1 Lorena
Medina,1 Julian
Hornes,1 Cecilia
Santos,2 Susana
Calvo,2 Silvia
Calvo,2 Fernando
García Barros2
1 Servicio de Clínica
Médica. Hospital Interzonal General de Agudos Dr. Diego Paroissien, La Matanza.
2 Servicio de Nefrología. Hospital Interzonal General de Agudos Dr.
Diego Paroissien, La Matanza.
AUTOR PARA CORRESPONDENCIA
Hugo
Milione. Correo electrónico: hmilione@intramed.net
Los autores manifiestan no poseer conflictos de
intereses.
Resumen
La calcifilaxis, también
denominada arteriolopatía urémica calcificante (AUC), es un síndrome
clínico caracterizado por la ulceración necrótica de la piel debido a la
calcificación de la media más fibrosis de la íntima arteriolar y posterior
isquemia cutánea por trombosis principalmente en personas con insuficiencia
renal crónica en diálisis o con filtrado glomerular bajo. Afecta con mayor
frecuencia a personas de edad media-avanzada, de sexo femenino, raza blanca,
obesas, con niveles bajos de albúmina, diabéticas y positivas para VIH. El
tratamiento se basa fundamentalmente en el manejo de las lesiones, la
eliminación de todos los elementos que puedan precipitar la calcificación
ectópica y el uso de agentes inhibidores del proceso de calcificación.
Palabras clave. Calcifilaxis, calcificaciones vasculares,
hiperparatiroidismo.
Abstract
Calciphylaxis, also called calcifying
uraemic arteriolopathy (CUA), is a clinical syndrome characterized by necrotic
ulceration of the skin due to calcification of the media plus fibrosis of the
arteriolar intima and subsequent cutaneous ischemia due to thrombosis, mainly
in people with chronic renal failure on dialysis or with low glomerular
filtration rate. It most frequently affects middle-aged, female, white race, obese,
diabetic and HIV positive people with low albumin levels. The treatment is
based mainly on the management of the lesions, the elimination of all the
elements that may precipitate the ectopic calcification and the use of
inhibitors of the calcification process.
Key words. Calciphylaxis, vascular calcifications, hyperparathyroidism.
ark caicyt: http://id.caicyt.gov.ar/ark:/s26184311/kamiivk8h
Introducción
La calcifilaxis,
también denominada arteriolopatía urémica calcificante (AUC), es un
síndrome clínico caracterizado por la ulceración necrótica de la piel debido a
la calcificación de la media más fibrosis de la íntima arteriolar y posterior
isquemia cutánea por trombosis. Suele manifestarse en pacientes en terapia
sustitutiva renal o con filtrado glomerular bajo, cuya alteración del
metabolismo fosfocálcico sería la principal causa de esta dolencia. Sin embargo,
otros factores de riesgo concurren en su patogénesis, por lo que puede también
manifestarse en pacientes con filtrado glomerular normal o trasplantados, sobre
todo con el progresivo aumento en la edad media y de la enfermedad
cardiovascular de estos pacientes (1-3).
Su incidencia anual se sitúa entre el 0,01 y el 0,34% de los pacientes en
hemodiálisis; la incidencia en pacientes en diálisis peritoneal es menos
conocida, si bien un estudio centrado en este colectivo muestra una incidencia
anual del 0,9% (4,5). Afecta con mayor
frecuencia a personas de edad media-avanzada, de sexo femenino, raza blanca,
obesas, con niveles bajos de albumina, diabéticos y positivas para VIH (3).
Si bien se trata de
una enfermedad poco frecuente, su incidencia va en aumento, lo que podría
deberse simplemente a un mejor conocimiento de la misma, puesto que existen
muchos casos no diagnosticados y, además, no todos están adecuadamente
informados. Es este último el principal motivo de nuestra presentación.
Descripción del caso
Se presenta el caso
de un paciente masculino de 55 años de edad, obeso, diabético
insulinodependiente, con enfermedad vascular severa manifestada por
miocardiopatía y arteriopatía periférica, así como neuropatía diabética,
ceguera y pie diabético; hipertensión arterial, enfermedad pulmonar obstructiva
crónica y enfermedad renal crónica estadio 5 en hemodiálisis desde hace ocho
meses. Estuvo internado por espondilodiscitis con fractura vertebral luego de
bacteriemia por S. aureus. Durante la internación, recibió antibióticos
empíricos y, para el manejo del dolor, opiáceos, AINE y dexametasona. Requirió
inmovilización externa de la columna. Fue hemodializado a través de prótesis
vascular en forma trisemanal. Durante su internación prolongada, presentó dolor
intenso de mano izquierda seguido de eritema y progresión de necrosis en dicha
mano y luego en la otra mano y ambos pies. Como complicación, presentó
infección local en ambas manos, que progresó a la necesidad de amputación de
dedos y del antebrazo izquierdo (Figs. 1 a 6).
Figura 1.
Figura 2.
Figura 3.
Figura 4.
Figura 5.
Figura 6.
En cuanto a los
estudios complementarios solicitados, los resultados de los análisis químicos
relacionados al caso se resumen en la tabla 1; la ecografía Doppler de miembros
superiores mostró la arteria radial y cubital derecha con intensa ateromatosis
cálcica con aspecto de obstrucción aguda.
TABLA 1.
RESULTADOS DE LOS ANÁLISIS QUÍMICOS |
|||
HTO |
20,3 |
23,1 |
23,8 |
HB |
6,5 |
7,8 |
7,7 |
GB |
15.600 |
9100 |
10.900 |
Plaquetas |
229.000 |
208.000 |
260.000 |
Urea |
174 |
83 |
118 |
Creatinina |
6,68 |
4,23 |
6,16 |
Albúmina |
2,8 |
2,2 |
2,7 |
CA |
7,8 |
9,1 |
8,2 |
P |
4,2 |
4,9 |
5,5 |
PTH |
97 |
104 |
|
Vitamina D |
10,8 |
|
|
Colesterol |
137 |
|
|
Anticardiolipinas IgG e IgM, β2-glucoproteína
negativas. |
Ante la sospecha de
calcifilaxis, se tomó una muestra para biopsia de la lesión, con los siguientes
resultados (Figs. 7 a 10):
1. Biopsia
de meñique derecho:
calcificación en hipodermis con estructuras vasculares con calcificación de
capa media y trombosis.
2. Biopsia
de antebrazo izquierdo:
estructuras vasculares de mediano y gran calibre con abundantes depósitos
cálcicos en la capa media de la pared, con compromiso de toda la
circunferencia, luz ocupada por fibrina y trombos organizados.
Figura 7.
Figura 8.
Figura 9.
Figura 10.
Discusión
Si bien la calcifilaxis
es una alteración vascular rara, se asocia a una morbimortalidad elevada. La
morbilidad se debe, sobre todo, al intenso dolor que provocan las lesiones y
los requerimientos de hospitalización. La mortalidad se encuentra entre el 30 y
el 80%, dependiendo de las comorbilidades y del patrón de afectación cutáneo (6). Existen dos formas diferentes de presentación clínica: la
calcifilaxis acra y la proximal; ambas se distribuyen preferentemente por las
extremidades. En la distal o acra, como forma más frecuente, se ven afectadas
las piernas, los pies y los dedos (mortalidad 20-25%); la forma proximal es
menos frecuente, pero de peor pronóstico y afecta los muslos, las nalgas y el
abdomen (mortalidad del 60-65%). Los diferentes estudios relacionan la calcifilaxis
proximal con los pacientes diabéticos; las alteraciones del metabolismo
calcio-fósforo son menos severas que en los pacientes con calcifilaxis acra, no
obstante, tienen un peor pronóstico (7).
En cuanto a la
patogénesis y factores de riesgo de esta enfermedad, la isquemia y la
consiguiente necrosis se producen por oclusión trombótica de las arteriolas
cutáneas que han engrosado su pared debido a la calcificación progresiva de la
túnica media. Mientras el proceso de trombosis es un evento agudo y coincide
con el desarrollo clínico de la enfermedad, el proceso de calcificación lleva
un tiempo mucho más largo, en el cual muchos factores de calcificación ectópica
se suman para producir dicho engrosamiento de la media a lo largo del tiempo.
Estos factores suelen coexistir en el paciente en terapia sustitutiva renal y
prácticamente son los mismos que causan la calcificación de las arterias de
gran calibre. Dichos factores podrían agruparse como factores difícilmente
modificables y factores modificables (tabla 2) (6,8-10).
TABLA 2.
FACTORES DE RIESGO ASOCIADOS A ARTERIOLOPATÍA URÉMICA CALCIFICANTE EN EL
PACIENTE CON ENFERMEDAD RENAL CRÓNICA |
|
Factores
difícilmente modificables |
Factores
modificables |
Tiempo en terapia
sustitutiva renal. Sexo femenino
(posmenopausia). Raza blanca. Diabetes. Inflamación. |
Obesidad/malnutrición. Hiperfosforemia.
Calcio-fósforo elevado. Dosis elevadas de
captores de fósforo de base cálcica. Dosis
elevadas de análogos de la vitamina D. Hiperparatiroidismo/hipoparatiroidismo. Hipercoagulabilidad
(déficit de proteína C o S). Antagonistas de la
vitamina K. |
Si bien
tradicionalmente el hiperparatiroidismo se ha considerado como un importante
factor de riesgo de calcifilaxis, también el hipoparatiroidismo se ha asociado
más recientemente con el desarrollo de calcifilaxis; de hecho, la enfermedad de
hueso adinámico se ha relacionado con una mayor severidad de calcificaciones
vasculares (11). Según series, el 47% de los pacientes
reportados tenían niveles de PTH inferiores al rango aconsejado por las guías
KDIGO (8), como es el caso de nuestro paciente.
Se han propuesto unos
criterios diagnósticos que, si bien presentan algunas limitaciones, son los
únicos que existen. Según estos criterios, el diagnóstico de calcifilaxis puede
hacerse si se cumplen los tres criterios clínicos siguientes (12):
1) paciente
en hemodiálisis o con filtrado glomerular <15 ml/min/1,73 m2;
2) más de dos
úlceras dolorosas y no curables con púrpura dolorosa asociada; y
3) presentes
en el tronco, las extremidades o el pene.
En caso de que se
cumplan solamente dos de los criterios mencionados, hay que confirmar el
diagnóstico si hay una biopsia con los signos histológicos de calcifilaxis que
consisten en la calcificación de la túnica media de las arteriolas cutáneas o
de la grasa subcutánea, asociada a un importante engrosamiento fibrointimal que
disminuye la luz del vaso, objetivándose en algunos vasos la trombosis de la
luz residual. La calcificación de la túnica se puede demostrar con la tinción
de Von Kossa en inmunohistoquímica (12) o puede mostrar un
patrón violeta en la coloración con hematoxilina y eosina.
Las pruebas de imagen
también pueden contribuir al diagnóstico de calcifilaxis. Una radiografía
simple de la zona afectada (Figs. 11 y 12) o una radiografía con técnica
mamográfica puede demostrar tanto la presencia de calcificaciones de los vasos
de medio-pequeño calibre como la presencia de calcificaciones en forma de red (net-like
pattern) en los tejidos blandos (13).
Figura 11.
Figura 12.
La tomografia
computarizada de alta resolución puede evidenciar la presencia de vasos
calcificados de pequeño y medio calibre. Sin embargo, considerando el riesgo
para el paciente, el coste y la mayor sensibilidad de la radiografía simple o
con técnica de mamografía, no se puede aconsejar su uso rutinario. La
ecografía, que es una herramienta barata, fácilmente disponible y segura, puede
contribuir al diagnóstico en los pacientes con alta sospecha clínica. En estos casos,
la ecografía de las zonas afectadas puede demostrar calcificaciones vasculares
en los tejidos subcutáneos como depósitos hiperecogénicos con relativos conos
de sombra, como fue en el caso de nuestro paciente (14). En
definitiva, al día de hoy no hay ninguna prueba de imagen con suficiente
especificidad o sensibilidad, aunque quizá la radiografía simple con técnica de
mamografía es la que parece ofrecer mejores resultados.
Finalmente, el manejo
terapéutico de la calcifilaxis incluye (15):
1. El manejo
de las lesiones desde el punto de vista médico-quirúrgico.
2. La
modificación de todos los posibles factores precipitantes de la calcificación
ectópica (p. ej., evitar captores de base cálcica; evitar análogos de la
vitamina D; aumentar dosis de diálisis; normalizar PTH
(cinacalcet/paratiroidectomía); conservar un estado nutricional adecuado;
evitar antagonistas de la vitamina K; etc.).
3. El empleo
de todas aquellas herramientas que inhiben activamente el proceso de
calcificación cutánea (p. ej., el tiosulfato sódico, una medida off-label,
que posee acción inhibidora de la calcificación a través de su enlace a los
cristales de hidroxiapatita (16); los bifosfonatos, que
poseen acción inhibidora de la calcificación a través de su enlace a los
cristales de hidroxiapatita (17).
Lecciones por aprender del caso
La calcifilaxis es
una enfermedad rara, con alta morbilidad y mortalidad, que afecta sobre todo a
los pacientes con ERC en diálisis y se debe a la calcificación progresiva y
crónica de los vasos de pequeño calibre seguida de una trombosis súbita de
estos. Los factores de riesgo más asociados a su desarrollo son el tiempo en
terapia renal sustitutiva, las alteraciones del metabolismo calcio-fósforo, el
sexo femenino, la obesidad y el tratamiento con antagonistas de la vitamina K.
La técnica diagnóstica más fiable es la biopsia cutánea, aunque, a menudo, la
presentación clínica puede ser suficiente para hacer el diagnóstico. El inicio
de un rápido tratamiento es fundamental para prevenir la progresión de las
lesiones y su sobreinfección. La limpieza quirúrgica de las heridas, la
antibioterapia, la eliminación de los factores precipitantes de la
calcificación ectópica y la administración de fármacos como el tiosulfato
sódico o los bifosfonatos son las opciones terapéuticas actuales para su
manejo.
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